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Casa Natura

A lo largo de 12 años de práctica profesional nos hemos dedicado principalmente al desarrollo de viviendas unifamiliares dentro de fraccionamientos privados en la zona metropolitana de Guadalajara. Estos barrios cerrados han proliferado debido al constante crecimiento de la delincuencia en México. Lo cual provoca que las personas decidan vivir protegidas por altos muros que les da una sensación de seguridad.

Somos conscientes que estos barrios significan una negación de la ciudad ya que se cierran a ella pero al mismo tiempo comprendemos que la Arquitectura debe ser un reflejo de su época (como decía Mies hace 100 años ) y al día de hoy en México son inevitables.

La tipología de estas viviendas está limitada por una serie de condicionantes propios del desarrollo: dimensiones de banqueta o la ausencia de ella (como en este caso) un área de cocheras de 35m2, sin ser requisito el que queden cubiertas, restricción frontal y posterior de 3m, altura de 9m, y una restricción en segundo nivel de 2m posterior, ilimitado a 50 m2 de construcción total en ese nivel.

El proyecto toma su nombre debido a la estrategia de adaptarse a la naturaleza de la topografía y la orientación solar del predio. En este tipo de proyectos donde las posibilidades son limitadas, respondemos a las necesidades de los clientes. Generalmente nos solicitan una recamara en planta baja con un baño completo que nosotros decidimos darle doble función, de manera que sirva tanto para uso de la recamara como para los invitados. Para nosotros es fundamental que esta recamara cuenta con una relación controlada hacia el exterior por lo que continuamente buscamos generar un patio que le brinde buena iluminación y ventilación y al mismo tiempo intimidad. Creemos que la privacidad no es un lujo sino una necesidad de los seres humanos.

Algo que le ha permitido al proyecto evolucionar en la forma de habitar son detalles pequeños pero significativos; el desvincular el cuarto de lavado de la cocina como se hacía de forma tradicional nos permite maximizar la amplitud de las áreas sociales. Debido a esto optamos por llevar el cuarto de lavado al segundo nivel vinculado a un espacio multiusos que los clientes originalmente solicitaron en un sótano, pero analizando la pendiente negativa del terreno que remata con el muro perimetral del fraccionamiento el cual no podíamos modificar en altura, decidimos proponer una sección descendente enviando la pieza social hacia atrás y ganar al mismo tiempo una altura y media de 4.10 m.

Buscando la intimidad y el control adecuado de la luz del norte decidimos comprimir la abertura mediante una viga estructural hacia un patio que nos genera un amortiguador de la luz y del ruido hacia la avenida. La luz que se genera será de un tono azulado y matizado debido a la orientación norte y a que extendimos el piso de mármol blanco, cubriendo el patio en su totalidad a excepción de un espacio para un árbol de olivo milenario.

La casa como pieza busca un lenguaje estereotómico donde predomine la masa y la pieza se implante firme sobre la tierra. La fachada frontal responde a la orientación solar mediante un muro pantalla que bloquea el rayo del sur reduciendo la temperatura de las recámaras orientadas al frente. La combinación de tres materiales, concreto blanco, un aplanado de cemento con pintura blanca y un pavimento de piedra le dan el carácter austero pero elegante a la fachada.

A lo largo de 12 años de práctica profesional nos hemos dedicado principalmente al desarrollo de viviendas unifamiliares dentro de fraccionamientos privados en la zona metropolitana de Guadalajara. Estos barrios cerrados han proliferado debido al constante crecimiento de la delincuencia en México. Lo cual provoca que las personas decidan vivir protegidas por altos muros que les da una sensación de seguridad.

Somos conscientes que estos barrios significan una negación de la ciudad ya que se cierran a ella pero al mismo tiempo comprendemos que la Arquitectura debe ser un reflejo de su época (como decía Mies hace 100 años ) y al día de hoy en México son inevitables.

La tipología de estas viviendas está limitada por una serie de condicionantes propios del desarrollo: dimensiones de banqueta o la ausencia de ella (como en este caso) un área de cocheras de 35m2, sin ser requisito el que queden cubiertas, restricción frontal y posterior de 3m, altura de 9m, y una restricción en segundo nivel de 2m posterior, ilimitado a 50 m2 de construcción total en ese nivel.

El proyecto toma su nombre debido a la estrategia de adaptarse a la naturaleza de la topografía y la orientación solar del predio. En este tipo de proyectos donde las posibilidades son limitadas, respondemos a las necesidades de los clientes. Generalmente nos solicitan una recamara en planta baja con un baño completo que nosotros decidimos darle doble función, de manera que sirva tanto para uso de la recamara como para los invitados. Para nosotros es fundamental que esta recamara cuenta con una relación controlada hacia el exterior por lo que continuamente buscamos generar un patio que le brinde buena iluminación y ventilación y al mismo tiempo intimidad. Creemos que la privacidad no es un lujo sino una necesidad de los seres humanos.

Algo que le ha permitido al proyecto evolucionar en la forma de habitar son detalles pequeños pero significativos; el desvincular el cuarto de lavado de la cocina como se hacía de forma tradicional nos permite maximizar la amplitud de las áreas sociales. Debido a esto optamos por llevar el cuarto de lavado al segundo nivel vinculado a un espacio multiusos que los clientes originalmente solicitaron en un sótano, pero analizando la pendiente negativa del terreno que remata con el muro perimetral del fraccionamiento el cual no podíamos modificar en altura, decidimos proponer una sección descendente enviando la pieza social hacia atrás y ganar al mismo tiempo una altura y media de 4.10 m.

Buscando la intimidad y el control adecuado de la luz del norte decidimos comprimir la abertura mediante una viga estructural hacia un patio que nos genera un amortiguador de la luz y del ruido hacia la avenida. La luz que se genera será de un tono azulado y matizado debido a la orientación norte y a que extendimos el piso de mármol blanco, cubriendo el patio en su totalidad a excepción de un espacio para un árbol de olivo milenario.

La casa como pieza busca un lenguaje estereotómico donde predomine la masa y la pieza se implante firme sobre la tierra. La fachada frontal responde a la orientación solar mediante un muro pantalla que bloquea el rayo del sur reduciendo la temperatura de las recámaras orientadas al frente. La combinación de tres materiales, concreto blanco, un aplanado de cemento con pintura blanca y un pavimento de piedra le dan el carácter austero pero elegante a la fachada.

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